Por María Lapiedra:
Desde hace muchos meses teníamos pendiente inaugurar este blog para hablar, sencillamente, de las cosas que nos gustan. Así de simple. Cosas con carácter cultural o no que se cuelan en nuestro día a día y nos alegran por un rato la vida o nos enseñan cosas que nos hacen un poco más sabios.
En los últimos años, mi consumo musical y audiovisual se ha resentido mucho. No paro de correr de 7.00 a 21.00 de la noche y a las 22.00 suelo estar dormida. Sin embargo, mi necesidad de conocer historias, de escuchar conversaciones o de aprender, no han disminuido. Las redes sociales, por la inmediatez de sus mensajes y la manera en que las consumo (pequeños instantes al día) no me son suficientes. Y en esa necesidad de que me cuenten cosas interesantes he encontrado los podcasts.
Por eso he querido inaugurar este pequeño espacio para hablaros de estos programas que últimamente me acompañan y que me han convertido en una adicta como si de una serie audiovisual se tratara.
Vamos a ello:
Podcast musical: Los Residentes y Sofá Sonoro, por Alfonso Cardenal
Tengo la gran suerte en esta vida de que uno de mis mejores amigos sea Alfonso Cardenal. Desde que nos conocimos hace ya doce años él se pasaba el día escuchando música, leyendo libros de músicos, comentando canciones y bebiendo whisky al mismo tiempo. Con los años y con la carrera de periodismo, se ha convertido en uno de los referentes musicales de la Cadena Ser y M80, con dos programas que son una auténtica delicia: Los Residentes y Sofá Sonoro. Durante el invierno, es el turno de Los Residentes en la M80 los miércoles a las 00:00 a 01:00. Y benditos podcast que nos permiten escucharle más allá de esa franja horaria, porque de lo contrario yo estaría perdida.
En este programa, que presenta él solo y donde cada semana nos habla de música y grupos nuevos, tiene su sello personal: aquel que recupera grandes figuras de la música norteamericana o nuevos talentos de esa escena. El contry, el soul o el rock se mezclan en cada programa donde siempre aprendo algo y encuentro algún nuevo músico que me encanta. En este mundo donde escuchamos la música en random, sin tener tiempo para apreciar un disco de cabo a rabo, las recomendaciones de Alfonso nunca me desagradan, sino más bien al contrario.
Los sábados a las 15:00h, Alfonso recupera su programa en La Ser llamado Sofá Sonoro. Siempre me ha parecido admirable cómo es capaz de hablarnos de música cada semana y nunca repetirse. Música, anécdotas y muchas documentación se mezclan en cada capítulo para acercarnos a todos estos músicos, en este caso los artistas más influyentes del siglo XX, desde otra vertiente, mucho más personal y enriquecedora. Y de cada programa, un lista en Spotify para poder escuchar las canciones tranquilamente o guardarlas. ¡Que viva la tecnología!
Podcast documental: Valencia Destroy de Eugenio Viñas
Casualidades de la vida que el otro podcast que más me gusta, o incluso al que más enganchada estoy recientemente, también sea de otro amigo. En este caso se trata de Valencia Destroy, una serie documental realizada por Eugenio Viñas que nos acerca a los orígenes y años del Bakalao en Valencia pero desde una vertiente muy distinta a la música electro y las pastillas.
De hecho, el objetivo de este podcast es dar voz a los protagonistas de este movimiento, entender qué pasó, de donde vino este fenómeno, comprender que no todo fue malo sino más bien al contrario y lo más importante: resaltar la importancia de los valencianos como agitadores culturales y auténticos creativos. Porque si la ruta del bakalao ha sido tan denostada y tiene tan mala fama, en realidad, fue por culpa de sus últimos años y la visión que desde los medios se le dio en su última década. Su nacimiento responde más bien a n movimiento social y cultural donde Valencia demostró ser, de nuevo, todo un referente internacional capaz de generar una actividad cultura sin precedentes en España. A la altura de la movida madrileña o incluso más, ya que fue un polo de atracción de jóvenes por toda España. Sin embargo, la falta de narradores, documentación o simplemente amor propio en las cosas que somos capaces de hacer, ha relegado todo esto a algo negativo, de pastilleros y bakalas capaces de estar de fiesta durante tres días seguidos.
El trabajo de Eugenio es espectacular. Se remonta a finales de los años 70 y principios de los 80 para contarnos el nacimiento de este movimiento y de todas aquellas discotecas que acabaron siendo templos: Chocolate, Barraca, Spook y tantas otras. Habla con sus protagonistas, con aquellos que importaban música desde Europa. Con salas de conciertos a rebosar. Con grupos internacionales que querían venir de fiesta a Valencia y alucinaban con la música que se pinchaba y su calidad. Con diseñadores gráficos e ilustradores volcados en crear una identidad gráfica para cada espacio. Con el arte como otra forma de comunicación con performances en las propias discotecas. E incluso, nos desvela anécdotas del origen del término, el papel de la mujer en todo este movimimento o cómo los accidentes de tráfico fueron una de sus consecuencias más dramáticas. En fin, un repaso por nuestra propia historia que conecta distintas esferas culturales de la época y escribe un relato capaz de remontar nuestra moral como pueblo y hacernos un poco mejores.
Y encima, Eugenio ha montado un blog donde desgrana la música de cada programa con sus videoclips.
Podcast audiovisual: Laboratorio de Investigación de Series
Por último, otro de mis recientes enganches es al Laboratorio de Investigación de Series. En él he reencontrado a Aurea Ortiz, profesora de Historia del Cine Español en la Universitat de València. Fue la primera profesora que tuve que conseguía dejarte con la boca abierta en cada clase. Su capacidad comunicadora, su gran conocimiento del relato audiovisual y su manera de contarlo eran tres ingredientes que maravillaban a todos los que abarrotábamos su clase. Una clase que daba los viernes a las 16.00 de la tarde y donde normalmente apagaba la luz para que viéramos los grandes clásicos de la Historia del Cine español. Conseguir estar despierta era algo que podía hacer gracias a ella y a sus palabras (y no siempre si se callaba…).
En estos episodios, donde habla de series junto a Mikel Labastida y David Brieva, su objetivo no es desentrañar las ficciones o hacer spolier, sino hablar del trabajo documental, audiovisual y actoral de cada título. Y lo hacen de una manera fantástica, interesante y entretenida. Es como volver a sus clases pero en lugar de hablar de “El espíritu de la colmena”, hablan de Lost o Juego de tronos. ¿Se puede pedir más? En mi lista de series para ver el día que tenga algo de tiempo, hijos dormidos y poco sueño, están todas las que comentan semanalmente.
En fin, esta es mi pequeña aportación. Prometo seguir escribiendo y contaros que cosas me gustan. Sin pretensiones. Sin necesidad de que compartáis mis gustos. Simplemente porque creo que vale la pena que dediquéis unos minutos de vuestro tiempo a escuchar estos podcast y sentiros acompañados. Como bien dice Eugenio, aprovechad esos momentos en los que estáis en movimiento o cocináis. 🙂