Open House Valencia presenta un monográfico especial sobre Espai Vives con motivo de su reinauguración tras una gran reforma del arquitecto José María Tomás Llavador

El Festival de Arquitectura Open House Valencia (OHV) ha editado un monográfico especial titulado “Espai Vives. La nueva ciudad universitaria” del arquitecto José María Tomás Llavador que ha presentado este miércoles 18 de diciembre en las instalaciones del reinaugurado espacio universitario.

El monográfico desgrana el proyecto llevado a cabo para recuperar este edificio con casi 80 años de historia y proyectarlo al futuro como un espacio de orientación y asesoramiento al alumnado de la Universitat de València y como escenario de diferentes actividades culturales.

En la producción editorial han colaborado la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, el Ajuntament de València, la Universitat de València, la Fundación Goerlich, AUMSA y empresas que han trabajado en el proceso de rehabilitación del edificio como Fulton, Grupo Innova Tormo, Vimarvi y Turmetal.

Este libro constituye el tercer volumen de la Colección de Arquitectura OHV, una línea editorial propia de Open House Valencia que nació con “Espai Verd: un hábitat sostenible” (2022), de Manuel Calleja Molina, y continuó con “La plaza de la Reina: regulación urbana en València” (2023), de José María Tomás Llavador. Una propuesta de divulgación que pone en el foco la arquitectura más destacada de València.

En la presentación han participado la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la Universitat de València, Ester Alba Pagán, la directora de Open House Valencia, Sara Portela i Valls, y el director de Producción de Fulton, Eduardo Montagud Samper.

La directora de Open House Valencia, Sara Portela, ha destacado la relevancia de este edificio emblemático de la ciudad de València desde su concepción en 1935 así como la del proyecto de rehabilitación que ha supuesto devolverle su esplendor e importancia capital manteniendo su esencia y proyectándolo hacia el futuro: “Era un candidato inequívoco para protagonizar uno de los monográficos de la Colección de Arquitecturas OHV”.

El proyecto del arquitecto José María Tomás Llavador ha permitido mantener la esencia y los elementos más emblemáticos del antiguo Colegio Mayor Lluís Vives -construido en 1945 a partir del proyecto del arquitecto Javier Goerlich- por los que fue declarado Bien de Relevancia Local al tiempo que lo ha convertido en un edificio eficiente energéticamente y totalmente accesible.

“Hemos conservado todos los elementos arquitectónicamente claves del edificio original, se ha reforzado la estructura del edificio y se han replicado los techos y las escaleras de mármol. También se ha instalado una carpintería exterior que imita a la original”, ha explicado el propio José María Tomás Llavador, quien ha participado, junto a la directora de Patrimonio de la UV, María Luisa Vázquez de Ágredos y al presidente de la Fundación Goerlich, Andrés Goerlich, en la mesa redonda posterior a la presentación del monográfico y que llevaba por título “Espai Vives, una referencia de la Universitat de València”.

Este edificio se concibió con “un alarde estructural inconcebible para la época”, ha reconocido el arquitecto encargado de la rehabilitación, quien ha destacado que se emplearon “soluciones estructurales que no habíamos visto antes como el traslado de la carga a los pilares exteriores”. En la reforma “hemos respondido imaginando cómo lo habría hecho el propio autor, Javier Goerlich”.

Respecto a las renovadas instalaciones, ha explicado que se ha apostado por “la eficiencia y el ahorro energético, así como por el confort de las personas”. Para ello, se han introducido elementos como equipos de aerotermia para el agua caliente sanitaria (ACS) y un sistema de gestión centralizado desde el que se controla, además de la climatización, el sistema contra incendios y la iluminación, de tipo led y regulable con sondas de presencia. También se ha incluido un depósito de 5.000 litros para recoger el agua de lluvia y reutilizarla en el riego de los árboles y parterres de la urbanización.

La directora de Patrimonio de la Universitat de València, María Luisa Vázquez de Ágredos, ha hecho hincapié en su intervención en la proyección internacional de Goerlich que consiguió “un edificio con una estética muy acorde al racionalismo arquitectónico, bello y a la vez funcional, pues hoy en día sigue respondiendo a un fuerte compromiso social”.

Andrés Goerlich, presidente de la Fundación Goerlich, ha recordado la importante figura de Javier Goerlich, arquitecto clave en la ciudad de Valencia tanto por su intervención en edificios emblemáticos como en edificios residenciales distribuidos por toda la ciudad.

«Para la Fundación Goerlich la recuperación de la Residencia de Estudiantes Luis Vives, hoy reconvertida en Espai Vives, se trata de una muy buena noticia para la Universitat de València y para la ciudad. Es una de las muestras más significativas de la arquitectura valenciana del movimiento moderno, así como uno de los proyectos en lenguaje racionalista más interesantes del arquitecto Javier Goerlich. Igualmente, esperamos que el Espai Vives recupere la intensa actividad, que como contenedor cultural, tuvo en un periodo tan intenso como el acontecido entre 1958 y 2012”, ha señalado.

Para diseñar el Espai Vives se inspiró en la ILE madrileña, la Institución Libre de Enseñanza (ILE) donde se celebra cada mes de febrero el Madrid Design Festival.

Después de la mesa redonda, los asistentes han podido realizar una visita guiada por las nuevas instalaciones del rehabilitado Espai Vives que reúne los principales servicios de la Universitat de València orientados a los estudiantes, así como la recepción de los estudiantes internacionales.

Sobre Espai Vives

Espai Vives, realizado por el arquitecto Javier Goerlich se inspiró en el proyecto de Residencia de Estudiantes de la Ciudad Universitaria de Valencia, en la residencia de estudiantes de Madrid y en el cambio en el proceso de la educación universitaria. Aunque este proyecto fuese construido en la posguerra española, en 1945, su diseño arquitectónico “estilo barco” fue diseñado en 1935, periodo de influencia racionalista muy apreciado en la ciudad de Valencia en la etapa “blasquista” y republicana. Es una obra que refleja la modernidad y destaca una época de expansión urbana en la ciudad, en la que la Universitat fue el motor de la colonización del Paseo de Valencia al Mar. Por otro lado, representa un proyecto urbano canónico, de crecimiento lineal hacia el litoral,  paralizado por la falta de interés en desarrollar la ciudad al otro lado del río hacía el mar. Un lugar y una obra que nació como proyecto para la construcción de la periferia urbana al final del siglo XIX, y que se ha convertido en un nodo de centralidad alrededor de los equipamientos universitarios.